Casa Sietecolores KiNDER
niños/as de 3 a 6 años
Nuestra casa Kinder ofrece un espacio cálido y hogareño donde hay una rutina clara, marcada por un ritmo diario, un ritmo semanal, otro ritmo dado por las estaciones del año.
La imitación, la repetición y el juego, son factores que determinan el aprendizaje de esta primera infancia.
En el estudio dado por la pedagogía Waldorf enmarcado en una educación respetuosa de los procesos del desarrollo de la infancia, se reconocen ciertos hitos importantes de acompañar; esto va de la mano de un profundo estudio en el desarrollo de un ser humano tanto en lo físico, emocional y cognitivo; en la primera etapa de desarrollo (0 a 7 años) hay varias conquistas importantes; la primera gran conquista es de los 0 a los 3 años (el andar, hablar y pensar).
En este primer septenio, el adulto a cargo desempeña un rol sumamente importante (al ser figura de apego de los niños/as generada por un vínculo afectivo) la maestra/o despliega las fuerzas imitativas del niño/a por lo que debe ser un adulto digno de imitación. En el hacer (en lugar de mandar a hacer) hay un despliegue y desarrollo de la voluntad interior de cada niño. es de suma importancia ''el hacer'' en lugar de mandar a hacer las tareas cotidianas y de igual importancia es, la forma de realizarlas. Tareas tales como; cocinar, reparar, limpiar, cantar, el gesto de abrir las cortinas por las mañanas, la presencia (del adulto) el ''estar presente'' al saludar y al despedirse son quehaceres que permean al niño en desarrollo.
Helmut Von Kügelgen describe ''Las leyes de la niñez'' invitando a los adultos a abnegarse en beneficio de los niños pequeños, ''El niño aprende a ser humano, a través de otros seres humanos''
En estas leyes el autor recalca la importancia del desarrollo físico del niño pequeño y su primera ley es reconocer que el cuerpo en los primeros años es completamente un órgano sensorio. los adultos impactamos este desarrollo con nuestros gestos, acciones y pensamientos, modelando al niño por completo.
En esta etapa los niños aprenden por imitación, es decir, la interpretación del mundo está mediada por la percepción de la figura de apego (del adulto cuidador/guía) del mundo. Por esta razón, el trabajo interno continuo de las maestras es fundamental en ser ejemplo de valores humanos.
